Patrones dietéticos y su relación con la evolución de indicadores de salud cardiovascular en una comunidad local de adultos

Las enfermedades no-transmisibles (ENT) constituyen la principal carga a la morbimortalidad a nivel mundial y nacional. La exposición reiterada a diferentes factores ambientales (dieta, obesidad y otros factores de riesgo) acelera los cambios fisiológicos y morfológicos asociados al avance de la edad y junto a una variable predisposición genética y capacidad adaptativa, alteran la función cardiovascular conduciendo al desarrollo precoz de enfermedad. En nuestro país esta situación se agrava debido al crecimiento y al envejecimiento poblacional. La dieta poco saludable se ha identificado como factor de riesgo modificable de primera línea para el abordaje de las ENT. En América del Sur se espera que el impacto de la dieta sobre estas enfermedades sea mayor, en virtud de las tendencias en el consumo de alimentos. Comprender la contribución de la dieta uruguaya al desarrollo de ENT, evaluada como la dieta típica local en su conjunto, resulta fundamental. La presente propuesta busca conocer las características de la dieta local desde la perspectiva de patrones dietéticos en el contexto de una comunidad urbana de adultos de Montevideo (cohorte GEFA-HT-UY), estudiada en su entorno social, familiar y geográfico habitual. La determinación de patrones dietéticos locales, que caractericen la selección y combinación de alimentos, las preferencias y hábitos de consumo, permitirán investigar la relación entre la dieta y el desarrollo de enfermedades metabólicas en la población teniendo en cuenta globalmente los efectos sinérgicos/antagónicos entre los alimentos/nutrientes/no-nutrientes consumidos y los efectos acumulativos sobre el organismo. Las ENT están asociadas a un estado crónico de inflamación de bajo ruido. La obesidad constituye un estímulo para la respuesta inflamatoria asociado a un tejido adiposo disfuncional que contribuye a la injuria vascular, resistencia a la insulina y aterogénesis, acelerando la evolución de estas enfermedades. Bajos niveles plasmáticos de 25-hidroxi-colecalciferol (25OHD) se han asociado con tejido adiposo disfuncional y ENT, sin embargo, no está claro si los mecanismos que regulan estas asociaciones son independientes de las características globales de la dieta o si estas asociaciones podrían vincularse a la influencia de factores confundentes. También se hipotetiza sobre un rol mediador de la microbiota intestinal en esta asociación. Las características de la comunidad microbiana intestinal tienen implicancias importantes sobre las funciones y la salud del organismo y están fuertemente determinadas por factores propios de cada individuo, de su entorno social/familiar/geográfico y de su dieta. Caracterizar la microbiota intestinal en población sana local, buscando investigar como ese comportamiento es afectado por el/los patrones de alimentación local, niveles plasmáticos de 25OHD y sus consecuencias en la composición corporal y la evolución de indicadores de salud cardiovascular y alteraciones metabólicas resulta de interés. En este contexto, el seguimiento longitudinal de indicadores metabólicos (como niveles plasmáticos de lípidos, biomarcadores de inflamación, glicemia, vitamina D, hormona paratiroidea) y funcionales (presión arterial, composición corporal en masa grasa y distribución de agua intra y extra celular) de salud cardiovascular en población sana, y su asociación con los patrones dietéticos locales ofrecería una nueva perspectiva para las estrategias de prevención enfocadas en la dieta.